“En el área laboral se sigue percibiendo a la mujer como un peligro para la empresa porque se puede convertir en madre”: Liliana Lanz. Tijuana.- El Día de la Madre debe ser aprovechado para que quienes deciden serlo reclamen derechos que no les han sido concedidos, y denunciar las desigualdades que viven, consideró la académica
“En el área laboral se sigue percibiendo a la mujer como un peligro para la empresa porque se puede convertir en madre”: Liliana Lanz.
Tijuana.- El Día de la Madre debe ser aprovechado para que quienes deciden serlo reclamen derechos que no les han sido concedidos, y denunciar las desigualdades que viven, consideró la académica Liliana Lanz Vallejo.
“Hay que bajarle muchísimo a la romantización del Día de las Madres y empezar a ver de una manera más realista lo que necesitamos y no se nos está dando”, manifestó.
Las madres no sólo deben enfrentar la desigualdad laboral, académica y social, sino que también deben luchar para que el rol de cuidados deje de ser exclusivamente para la mujer.
En México, al cuarto trimestre de 2022, 38 millones de mujeres que residían en el país eran madres, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) nueva edición, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Lanz Vallejo, coautora del libro “La pena de ser madres”, mencionó que otro de los problemas es la desigualdad entre las mujeres que deciden ser mamás y las que no.
“En los espacios de trabajo existe una brecha todavía mayor. Las mamás ganan menos que las mujeres no mamás en los mismos espacios”, señaló.
Un estudio de la Universidad de Medellín realizado en 2014, señaló que las madres latinoamericanas ganan en promedio un 13% menos que las mujeres que no lo son.
Pese a que cada vez es más común ver a mujeres en diferentes puestos de trabajo, las que tienen hijos o planean tenerlos no reciben las mismas oportunidades de crecimiento dentro de las empresas, añadió.
Un ejemplo de esto es que las organizaciones continúan cayendo en conductas discriminatorias contra la mujer por su “potencial” de ser madres, algo que no sucede con los hombres que tienen las mismas oportunidades de ser padres, señaló Lanz Vallejo.
“En el área laboral se sigue percibiendo a la mujer como un peligro para la empresa porque se puede convertir en madre”, agregó.
Pero no todas las mujeres se enfrentan a este panorama, como es el caso de Guadalupe Morales, fotógrafa independiente que tiene oportunidad de pasar mayor tiempo con su hija de dos años, aunque con ciertas limitantes.
Una de estas es el tiempo que debe de invertir en el trabajo y en su maternidad, además de que el espacio de trabajo no lo puede compartir con su hija.
“No puedo llevar mi desarrollo totalmente a donde quisiera, sí se complica un poco por la bebé, pero llevo mi trabajo de una manera resiliente”, contó.
Para garantizar un pleno desarrollo de las infancias y los padres, autoridades e iniciativa privada deben respaldarlos con acciones como un mayor número de guarderías públicas y privadas, otorgar prestaciones de guardería para ambos padres y habilitar en los lugares de trabajo espacios para los infantes, señaló Lanz Vallejo.
Guadalupe Morales añadió que no sólo debe haber mejorar en cuestión de prestaciones, sino que todos los espacios públicos deben de ser inclusivos para las infancias y para ambos padres.
“Está súper feo que en un restaurante el papá no pueda ir al baño a cambiar a su bebé porque no hay cambiador, a veces ni para las mujeres hay cambiadores, ¿por qué no piensan en eso?”, cuestionó.
Para garantizar igualdad, Lanz Vallejo apuntó que el padre también debe ser visto y aceptado en el papel de cuidador y no sólo de proveedor.
El que ambos tengan los mismos permisos de paternidad equilibraría la balanza para que ambos puedan criar a los hijos.
En esto coincidió Guadalupe: normalizar que el padre también se encarga del cuidado de los hijos.
Además consideró que deberían existir planes de apoyo social que involucren a los padres.
“El papá también se encarga del cuidado de los bebés, papá puede bañar a su hijo, papá puede cambiar el pañal, puede llevar las labores del hogar”, expresó Morales.
La académica dijo que brindar mayores herramientas a los hombres, es una oportunidad para que se involucren en la crianza temprana de sus hijos y desarrollen un vínculo con ellos, como sucede con las mamás.
“Esta idea del hombre proveedor está obsoleta porque el mismo sistema no lo permite, hay que ser congruentes con las nuevas necesidades culturales y económicas”, acotó Lanz Vallejo.
En este aspecto añadió que aún faltan varios años para cerrar la brecha de género, pero “no todo está perdido”.
Según el Informe Global de Brecha de Género del 2022 (Global Gender Gap Report), los países de Latinoamérica y el Caribe podrían cerrar esa brecha en el año 2089.
“Las tareas de crianza, domésticas y en sí las responsabilidades del hogar, se siguen asignando a la mujer sin distribuirlo igual al hombre, parece que estas responsabilidades siguen cayendo exclusivamente a la mujer a pesar de que ya participa en otros espacios”, dijo la académica.
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