Es negligencia lo que hizo el gobierno de Baja California y el ayuntamiento de Mexicali al no suspender el “Maratón Baja California” la mañana del domingo 8 de diciembre,  a pesar de que, durante el inicio de la carrera, la capital del estado se encontraba en fase de contingencia uno; así lo catalogó el director de Redspira Alberto Mexia.

De acuerdo con el propio titular de la asociación civil, era una obligación de las autoridades suspender dicha actividad deportiva, ya que sometían a las y los corredores a los altos índices de contaminación que prevalecieron desde el sábado 7 de diciembre por la noche. Además, informó que cuentan con declaraciones de deportistas que acudieron al maratón, quienes argumentaron presentar dificultades al respirar y hasta mareos y vomito, por lo mismo de la mala calidad del aire.

“Es una desafortunada situación y pudiéramos encuadrar incluso en negligencia. Sabemos que los atletas no iban a detenerse, porque es un evento para cuál te preparas y es muy difícil que el corredor tome esa decisión, entonces, de quién es responsabilidad, en este caso, de la autoridad que para completar el círculo, son los organizadores de ese evento. Lo que más lamentamos que no se les haya informado con tiempo y sabes por testimonios de los corredores, que muchos no terminaron la carrera”.

Con lo ocurrido durante el fin de semana, ya son tres veces en menos de dos meses que Mexicali entra en fase de contingencia ambiental, y de acuerdo con las autoridades municipales, tomaran medidas cómo el inicio de multas para aquellas personas que contaminen; además informaron que no habrá descuentos en estas sanciones.

Hasta el momento, ni el Instituto del Deporte y la Cultura Física de Baja California, ni la Secretaría de Protección al Ambiente y Desarrollo Sustentable se han pronunciado al respecto sobre la celebración de la carrera y por qué se tomó la decisión de llevarse a cabo a pesar de la situación crítica que se vivió por la contaminación.