Al menos 3.3 millones de jóvenes de entre 15 y 24 años trabajan en la informalidad, pero dentro del sector formal, es decir, en empresas formales o gobierno, este universo supera nominalmente a la población juvenil que se emplea en la informalidad laboral dentro del sector informal de la economía. La precariedad laboral de la población
Al menos 3.3 millones de jóvenes de entre 15 y 24 años trabajan en la informalidad, pero dentro del sector formal, es decir, en empresas formales o gobierno, este universo supera nominalmente a la población juvenil que se emplea en la informalidad laboral dentro del sector informal de la economía.
La precariedad laboral de la población juvenil se hizo visible nuevamente con la muerte de dos jóvenes fotoperiodistas en el festival AXE Ceremonia, a causa de una estructura que se cayó durante el evento.
Después de su muerte, el abogado de la familia de uno de los jóvenes aseguró que la empresa negó la existencia de una relación laboral con ellos, deslindándose de toda responsabilidad.
Para Esteban Álvarez, coordinador de la Alianza Jóvenes con Trabajo Digno, la realidad laboral para los jóvenes en México es muy adversa: hay 7.6 millones de ellos en trabajos precarios donde la principal carencia es la falta de seguridad social y un salario suficiente que supera las 2.5 canastas básicas.
Considera que a lo largo de los años se ha aceptado esta precariedad e informalidad como “hechos” o “realidades” y no como la ausencia o carencia de derechos y, que en teoría, deberían estar garantizadas para las todas las personas, entre ellas las personas jóvenes.
“Es muy lamentablemente que la discusión resurge con la tragedia que vimos el sábado en el festival de música. Acompañamos a las víctimas y sus familias en estos momentos de duelo y tristeza. Más allá, exigimos justicia y que les respeten sus derechos, entre ellos el derecho al trabajo digno, sin precarización”, dice.
Considera que la precariedad laboral de los jóvenes en México muchas veces está acompañada de discursos y prejuicios sobre los jóvenes y la necesidad de “experiencia” cuando en realidad son las empresas, de todos los tamaños, las que no quieren asumir sus responsabilidades, como lo establecen las normas laborales.
Por otro lado, están las autoridades que muchas veces, simplemente no tienen la capacidad y mecanismos de respuesta adecuados para actuar y sancionar.
“Urgen cambios y acciones efectivas para que la inclusión laboral sea una realidad para a quienes nosotros llamamos ‘jóvenes oportunidad’ quienes día a día enfrentan la pobreza, exclusión laboral y precariedad”, explica el directivo de Alianza Jóvenes con Trabajo Digno.
Acumulación de desventajas que perpetúan las desigualdades y la pobreza
Los jóvenes de entre 15 y 29 años son el grupo poblacional más grandes el país, pues representan uno de cada cuatro mexicanos, considerando sus condiciones económicas, se podría decir que “somos un país de pobres”, refiere el estudio Jóvenes oportunidad: Datos de la Zona Metropolitana del Valle de México, Análisis de políticas y recomendaciones para su inclusión económica, realizado por Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.
La mitad de las personas jóvenes de México están excluidas de un trabajo digno o están en riesgo de estarlo, dice Rogelio Gómez Hermosillo, presidente ejecutivo de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.
Cifras del organismo refieren que alrededor de 16 millones de personas las que se encuentran en esta situación y que la organización define como “jóvenes oportunidad”.
Este es su panorama:
- 4 millones están fuera de la escuela
- 8.7 millones carecen de Educación Media Superior
- 5.1 millones están fuera de la escuela y sin trabajo (y además tienen rezago educativo).
- 8.2 millones tienen trabajos precarios
Para Esteban Álvarez se pueden alcanzar importantes logros si se trabajan de manera articulada entre todos los sectores de la sociedad.
La historia también se repite en América Latina
La historia de los jóvenes y el empleo en Latinoamérica suele ser la misma que en México, es un problema estructural: la tasa de desocupación juvenil en América Latina y el Caribe, en 2023 fue tres veces mayor que la de los adultos.
Esto de acuerdo con el informe Juventud en cambio: desafíos y oportunidades en el mercado laboral de América Latina y el Caribe, realizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Cerca del 60% de las personas jóvenes trabajan en la informalidad, lo que limita su acceso a la seguridad social y a condiciones laborales dignas.
La gran mayoría de las personas jóvenes que no estudian ni trabajan remuneradamente son mujeres, cuyas responsabilidades de trabajo doméstico y otras formas de cuidados no remunerados obstaculizan su inserción laboral con trabajo decente.
Para reducir esta brecha, el organismo internacional recomienda fortalecer los sistemas de formación profesional, promover políticas activas de empleo juvenil y reforzar la protección social.
También destaca la necesidad de ampliar los sistemas nacionales de cuidado para reducir las barreras que enfrentan las mujeres jóvenes en el acceso al mercado laboral.
Al menos 3.3 millones de jóvenes de entre 15 y 24 años trabajan en la informalidad, pero dentro del sector formal, es decir, en empresas formales o gobierno, este universo supera nominalmente a la población juvenil que se emplea en la informalidad laboral dentro del sector informal de la economía.
La precariedad laboral de la población juvenil se hizo visible nuevamente con la muerte de dos jóvenes fotoperiodistas en el festival AXE Ceremonia, a causa de una estructura que se cayó durante el evento.
Después de su muerte, el abogado de la familia de uno de los jóvenes aseguró que la empresa negó la existencia de una relación laboral con ellos, deslindándose de toda responsabilidad.
Para Esteban Álvarez, coordinador de la Alianza Jóvenes con Trabajo Digno, la realidad laboral para los jóvenes en México es muy adversa: hay 7.6 millones de ellos en trabajos precarios donde la principal carencia es la falta de seguridad social y un salario suficiente que supera las 2.5 canastas básicas.
Considera que a lo largo de los años se ha aceptado esta precariedad e informalidad como “hechos” o “realidades” y no como la ausencia o carencia de derechos y, que en teoría, deberían estar garantizadas para las todas las personas, entre ellas las personas jóvenes.
“Es muy lamentablemente que la discusión resurge con la tragedia que vimos el sábado en el festival de música. Acompañamos a las víctimas y sus familias en estos momentos de duelo y tristeza. Más allá, exigimos justicia y que les respeten sus derechos, entre ellos el derecho al trabajo digno, sin precarización”, dice.
Considera que la precariedad laboral de los jóvenes en México muchas veces está acompañada de discursos y prejuicios sobre los jóvenes y la necesidad de “experiencia” cuando en realidad son las empresas, de todos los tamaños, las que no quieren asumir sus responsabilidades, como lo establecen las normas laborales.
Por otro lado, están las autoridades que muchas veces, simplemente no tienen la capacidad y mecanismos de respuesta adecuados para actuar y sancionar.
“Urgen cambios y acciones efectivas para que la inclusión laboral sea una realidad para a quienes nosotros llamamos ‘jóvenes oportunidad’ quienes día a día enfrentan la pobreza, exclusión laboral y precariedad”, explica el directivo de Alianza Jóvenes con Trabajo Digno.
Acumulación de desventajas que perpetúan las desigualdades y la pobreza
Los jóvenes de entre 15 y 29 años son el grupo poblacional más grandes el país, pues representan uno de cada cuatro mexicanos, considerando sus condiciones económicas, se podría decir que “somos un país de pobres”, refiere el estudio Jóvenes oportunidad: Datos de la Zona Metropolitana del Valle de México, Análisis de políticas y recomendaciones para su inclusión económica, realizado por Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.
La mitad de las personas jóvenes de México están excluidas de un trabajo digno o están en riesgo de estarlo, dice Rogelio Gómez Hermosillo, presidente ejecutivo de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.
Cifras del organismo refieren que alrededor de 16 millones de personas las que se encuentran en esta situación y que la organización define como “jóvenes oportunidad”.
Este es su panorama:
- 4 millones están fuera de la escuela
- 8.7 millones carecen de Educación Media Superior
- 5.1 millones están fuera de la escuela y sin trabajo (y además tienen rezago educativo).
- 8.2 millones tienen trabajos precarios
Para Esteban Álvarez se pueden alcanzar importantes logros si se trabajan de manera articulada entre todos los sectores de la sociedad.
La historia también se repite en América Latina
La historia de los jóvenes y el empleo en Latinoamérica suele ser la misma que en México, es un problema estructural: la tasa de desocupación juvenil en América Latina y el Caribe, en 2023 fue tres veces mayor que la de los adultos.
Esto de acuerdo con el informe Juventud en cambio: desafíos y oportunidades en el mercado laboral de América Latina y el Caribe, realizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Cerca del 60% de las personas jóvenes trabajan en la informalidad, lo que limita su acceso a la seguridad social y a condiciones laborales dignas.
La gran mayoría de las personas jóvenes que no estudian ni trabajan remuneradamente son mujeres, cuyas responsabilidades de trabajo doméstico y otras formas de cuidados no remunerados obstaculizan su inserción laboral con trabajo decente.
Para reducir esta brecha, el organismo internacional recomienda fortalecer los sistemas de formación profesional, promover políticas activas de empleo juvenil y reforzar la protección social.
También destaca la necesidad de ampliar los sistemas nacionales de cuidado para reducir las barreras que enfrentan las mujeres jóvenes en el acceso al mercado laboral.
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