728 x 90

728 x 90

Susana Prieto Terrazas: De Abanderada del Sindicalismo a Víctima Llorona de Morena

Susana Prieto Terrazas: De Abanderada del Sindicalismo a Víctima Llorona de Morena

Es difícil de creer que la misma Susana Prieto Terrazas, quien en 2019 encabezó el polémico Movimiento Sindical «20-32», ahora se muestre como una víctima desamparada ante el partido que alguna vez defendió a capa y espada. La diputada federal, que en sus días de gloria se mostraba como una defensora implacable de los derechos

Es difícil de creer que la misma Susana Prieto Terrazas, quien en 2019 encabezó el polémico Movimiento Sindical «20-32», ahora se muestre como una víctima desamparada ante el partido que alguna vez defendió a capa y espada. La diputada federal, que en sus días de gloria se mostraba como una defensora implacable de los derechos laborales, ahora se queja amargamente de Morena y del trato que recibe por parte de la aplanadora guinda en el Poder Legislativo Federal.

Prieto Terrazas no ha dudado en exponer públicamente su descontento, afirmando que abandonó la fracción parlamentaria de Morena debido a la «violencia política de género» que, según ella, ha sido ejercida en su contra. «No le han pagado desde febrero a mis asesores, no me han depositado las subvenciones a mí, me sacaron de la Comisión de Puntos Constitucionales, y nadie me informó», declaró la diputada, en lo que parece más un berrinche que una denuncia legítima.

Lo más sorprendente es escucharla decir: «Me pueden separar de Morena, pero no sacarme de la Comisión de Puntos Constitucionales, y me sacaron». Sus palabras, lejos de causar impacto, reflejan una desesperación que contrasta con la actitud desafiante que mantuvo durante las huelgas en Matamoros. Aquella Susana Prieto que intimidaba a empresarios y obtenía beneficios desmesurados para su sindicato, hoy parece reducida a una figura llorona que busca recuperar la relevancia perdida a través de quejas y victimización.

El tono dramático de Prieto Terrazas alcanza su punto culminante cuando, al borde del llanto, declara: «A partir de ese momento han hecho de mi vida un pinche infierno en esta Cámara de Diputados». Para alguien que se ufanaba de ser una abogada con 40 años de experiencia, resulta irónico verla caer en un discurso de autocompasión que poco tiene que ver con su antiguo perfil de mujer fuerte e implacable.

Este giro en la narrativa de Susana Prieto es aún más desconcertante si se recuerda su pasado reciente. En 2019, Prieto Terrazas lideraba con mano de hierro el Movimiento «20-32», exigiendo aumentos salariales y bonos millonarios para los trabajadores de Matamoros, sin preocuparse por cumplir con los requisitos legales. Con conexiones políticas de alto nivel, como Arturo Alcalde Justiniani y Luisa María Alcalde, Susana actuaba con una impunidad que hoy parece haber desaparecido junto con su influencia.

El declive de Prieto Terrazas se hizo evidente cuando no le permitieron reelegirse como diputada federal, ni aprobaron su iniciativa de reforma laboral de las 40 horas. Aquella figura poderosa que alguna vez tocó el cielo de la «4T» ahora se encuentra por los suelos, relegada a un segundo plano por el mismo partido que alguna vez la elevó. El amor entre Susana y Morena se acabó, y lo único que queda es el lamento de una diputada que, al parecer, no supo manejar la pérdida de poder.

admin
ADMINISTRATOR
PROFILE

Posts Carousel

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked with *

Latest Posts

Top Authors

Most Commented

Featured Videos