En Baja California existen 15 carpetas de investigación por el delito de trata de personas, lo que representa 5 por ciento de las 305 denuncias presentadas en México durante 2024.

Según información oficial, febrero fue el mes en que se presentó el mayor número de denuncias en esta entidad, seguido de marzo y abril con tres denuncias cada mes, dos en enero y también en junio, solo una en mayo.

Pese a la «cifra negra» de delitos cometidos en la entidad, que alcanza el 90 por ciento de ilícitos sin denunciar, cada mes las víctimas o sus familiares acudieron a la Fiscalía General del Estado a presentar denuncias de alguna de los 11 tipos registrados.

La trata de personas consiste en esclavitud, servidumbre, prostitución forzada, explotación laboral, trabajo forzado, mendicidad forzosa, incorporación de menores de edad en actividades ilicitas, adopción ilegal de infantes, matrimonio forzoso, tráfico de órganos, tejidos o células humanas y experimentación biomédica ilegal.

Ante esta realidad alarmante que impacta a hombres, mujeres y niños de cualquier parte del mundo, sobre todo a los más vulnerables, es importante levantar la voz y decir que ninguna persona está en venta, que nadie debe ser esclavizado, obligado a trabajos forzados o ser explotado sexualmente, afirmó la presidenta de la Fundación Manos Unidas por Rosarito, Lorena Meléndez Yáñez.

Agregó que no debemos cerrar los ojos o darle la espalda a esta forma de esclavitud que no distingue género, edad o nacionalidad.

Meléndez Yáñez advirtió que entre las señales de peligro destacan las ofertas de trabajo dudosas o presiones para viajar de manera repentina.

Destacó que la trata de personas implica la contratación, transporte, traslado, acogida o recepción de personas mediante amenazas, fuerza, coacción, fraude, engaño, abuso de poder o de situación de vulnerabilidad con el fin de explotarlas.

“Los traficantes no respetan la dignidad de las personas. Venden a sus víctimas a otros delincuentes que operan por su cuenta o son parte de alguna red criminal que obtiene ganancias millonarias con la venta y explotación de seres humanos”, lamentó la activista.

La presidenta de la Fundación Manos Unidas por Rosarito sostuvo que los delincuentes han evolucionado, utilizan la inmediatez y el anonimato que les permiten las redes sociales para captar a sus víctimas con supuestas ofertas de trabajo como modelos, niñeras o empleos bien pagados.

En otros casos, el abandono del hogar por falso enamoramiento termina en explotación sexual”, dijo al tiempo de pronunciarse por bordar un compromiso de todos para crear una comunidad segura donde la trata de personas no tenga cabida.