El intento de detención del exgobernador Javier Corral la noche del miércoles ha abierto un frente de guerra entre las Fiscalías de Chihuahua y Ciudad de México. También ha tensado la relación entre el Gobierno chihuahuense, encabezado por la panista Maru Campos, y el presidente, Andrés Manuel López Obrador, que ha salido en defensa de
El intento de detención del exgobernador Javier Corral la noche del miércoles ha abierto un frente de guerra entre las Fiscalías de Chihuahua y Ciudad de México. También ha tensado la relación entre el Gobierno chihuahuense, encabezado por la panista Maru Campos, y el presidente, Andrés Manuel López Obrador, que ha salido en defensa de Corral y ha advertido motivaciones políticas detrás de su persecución.
Agentes de la Fiscalía de Chihuahua pretendían capturar al senador electo en un restaurante de Ciudad de México, donde reside desde hace meses, por el presunto delito de desvío de recursos en el periodo en que el político gobernó el Estado.
El fiscal de Ciudad de México, Ulises Lara, llegó al lugar acompañado de decenas de elementos de seguridad e impidió la detención, que calificó de ilegal. Ahora, el debate se ha centrado en si la Fiscalía chihuahuense tenía permiso para ejecutar una orden de captura fuera de su jurisdicción, o si la Fiscalía capitalina intervino indebidamente para obstruir la justicia.
De trasfondo está la batalla de la gobernadora Campos contra Corral y los colaboradores que participaron en la investigación de las enormes redes de corrupción tejidas en Chihuahua por el priista César Duarte, que gobernó Chihuahua de 2010 a 2016.
La Fiscalía capitalina puso a resguardo a Corral, que en los comicios del pasado 2 de junio se convirtió en senador electo por Morena, tras renunciar al PAN el año pasado. El intento de captura ocurrió dos semanas antes de que el político pudiese tomar posesión del cargo. Los legisladores cuentan con una protección constitucional —el fuero— que les confiere cierta inmunidad ante la persecución de los gobiernos.
López Obrador, en su Mañanera de este jueves, ha dicho que la maniobra de la Fiscalía de Chihuahua tenía la finalidad de impedir, justamente, que Corral se convirtiera en senador. “Esto tiene que ver con diferencias políticas que vienen de tiempo atrás.
La actual gobernadora [Campos] se alió al exgobernador Duarte; aunque son de partidos distintos, pues es parte de la promiscuidad política, de cómo se empezaron a unir el PRI y el PAN”, ha sostenido el mandatario. “Están aliados en contra de Corral, porque él fue el que promovió las acusaciones en contra de Duarte”. López Obrador refirió que la Fiscalía de Chihuahua no había solicitado a su homóloga de la capital el acuerdo de colaboración que deben promover las autoridades de otros Estados para ejecutar una orden de aprehensión en territorios ajenos.
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